viernes, febrero 10, 2006

Sacad vuestras propias conclusiones y espero que os deis por aludidos (a los del complot de CF)

[...] Él no sabía con exactitud lo que sucedía en el invisible laberinto adonde iban a parar los tubos neumáticos, pero tenía una idea general. En cuanto se reunían y ordenaban todas las correcciones que había sido necesario introducir en un número determinado del Times, ese número volvía a ser impreso, el ejemplar primitivo se destruía y el ejemplar corregido ocupaba su puesto en el archivo. Este proceso de continua alteración no se aplicaba sólo a los periódicos, sino a los libros, revistas, folletos, carteles, programas,películas, bandas sonoras, historietas para niños, fotografías..., es decir, a toda clase de documentación o literatura que pudiera tener algún significado político o ideológico. Diariamente y casi minuto por minuto, el pasado era puesto al día. De este modo, todas las predicciones hechas por el Partido resultaban acertadas según prueba documental.
Toda la historia se convertía así en un palimpsesto, raspado y vuelto a escribir con toda la frecuencia necesaria. En ningún caso habría sido posible demostrar la existencia de una falsificación. La sección más nutrida del Departamento de Registro, mucho mayor que aquella donde trabajaba Winston, se componía sencillamente de personas cuyo deber era recoger todos los ejemplares de libros, diarios y otros documentos que se hubieran quedado atrasados y tuvieran que ser destruidos. Un número del Times que - a causa de cambios en la política exterior o de profecías equivocadas hechas por el Gran Hermano - hubiera tenido que ser escrito de nuevo una docena de veces, seguía estando en los archivos con su fecha original y no existía ningún otro ejemplar para contradecirlo. También los libros eran recogidos y reescritos muchas veces y cuando se volvían a editar no se confesaba que se hubiera introducido modificación alguna. Incluso las instrucciones
escritas que recibía Winston y que él hacía desaparecer invariablemente en cuanto se
enteraba de su contenido, nunca daban a entender ni remotamente que se estuviera
cometiendo una falsificación
. Sólo se referían a erratas de imprenta o a citas equivocadas que era necesario poner bien en interés de la verdad.
[...] Este vestíbulo, con sus cincuenta funcionarios, era sólo una subsección, una pequeñísima célula de la enorme complejidad del Departamento de Registro. Más allá, arriba, abajo, trabajaban otros enjambres de funcionarios en multitud de tareas increíbles. Allí estaban las grandes imprentas con sus expertos en tipografía y sus bien dotados estudios para la falsificación de fotografías. Había la sección de teleprogramas con sus ingenieros, sus directores y equipos de actores escogidos especialmente por su habilidad para imitar voces. Había también un gran número de empleados cuya labor sólo consistía en redactar listas de libros y periódicos que debían ser «repasados». Los documentos corregidos se guardaban y los ejemplares originales eran destruidos en hornos ocultos. Por último, en un lugar desconocido estaban los cerebros directores que coordinaban todos estos esfuerzos y establecían las líneas políticas según las cuales un fragmento del pasado había de ser conservado, falsificado otro, y otro borrado de la existencia.

- ORWELL, George: 1984, Gran Bretaña, 1949.

A las 10/2/06 13:57, Blogger kism dijo...

Oh, gran post, Pereira.

(El resto, ya sabéis que a los locos hay que seguirles la corriente...)

 
A las 10/2/06 14:02, Blogger kism dijo...

Mmmm... me parece que vamos a tener que aumentar la agresividad del tratamiento...

 
A las 10/2/06 14:07, Blogger scralk dijo...

Si ,si ,
Pereira, tienes toda la razón, que la jefa de la sección de psicología del complejo hopitalario imperial de Carratraca nos ha recomendado que no te llevemos la contraria...

 
A las 10/2/06 14:16, Blogger scralk dijo...

Gracias Pereira por detallarnos el funcionamiento preciso del Ministerio de La Verdad, gracias a tus descripciones podremos fundar nosotros uno y mejorarlo. De hecho para poder construirlo vamos a vender propiedades de la CCCP puesto que ya es nuestra.

 
A las 10/2/06 14:18, Blogger Pereira dijo...

"TERRÍVEL PALAVRA É UM NON"

 
A las 10/2/06 16:01, Blogger kism dijo...

Recomendamos a nuestros lectores que no se rayen si ven que los pacientes de nuestro Complejo Hospitalario Imperial repiten con solemnidad y en mayúsculas frases varias en diversos contextos que no vienen a cuento, ya que es un comportamiento frecuente en enfermos paranoicos.

 
A las 10/2/06 19:35, Blogger kism dijo...

Si me das un chequeo en blanco, dejaré que la Perita diga citas.

 

Escribir comentario

<< Inicio